Volvemos a la carga con una receta original, sana y muy sencilla de hacer, una tartaleta de tomate y queso frescos. Para prepararlo necesitaremos masa brise (como cuando hicimos la quiche), 2 tomates, 150 gr de queso fresco, 1 cebolla, ajo, aceite, orégano, sal y pimienta.
En primer lugar, extendemos la masa en una superficie lisa con un poco de harina, y la estiramos con un rodillo o similar. Una vez estirada, colocamos en el molde y metemos al congelador durante 10 minutos. Ponemos a precalentar el horno a 180º.
Mientras tenemos la masa en el congelador, lavamos los tomates y los picamos en rodajas finas, igual que haremos con el queso fresco. Pelamos la cebolla y el ajo y los cortamos en tiras muy finas.
Sacamos la masa del congelador, cubrimos con un poco de papel de aluminio y unos pesos (yo he colocado unas nueces, pero sirven tb garbanzos, etc), y metemos en el horno, durante unos 10 minutos a 220º.
Mientras tenemos la masa en el horno, rehogaremos la cebolla y el ajo en aceite, sin que lleguen a coger color. Cuando lo tengamos, metemos en la batidora (podemos añadir, si queremos, unos piñones y albahaca, para darle más sabor) y trituramos. Añadimos poco a poco aceite, mientras batimos, hasta conseguir una especie de crema.
Sacamos la masa del horno (y bajamos un poco la temperatura de éste), y empezamos a montar la tartaleta. En primer lugar rellenaremos bien la base con el queso fresco, tal y como se observa en la imagen:
En segundo lugar, haremos lo mismo con las rodajas de tomate:
Añadimos sal y pimienta, cubrimos con la crema que preparamos antes en la batidora, añadimos orégano y queso rallado (si queremos).
Volvemos a meter en el horno, unos 15-20 minutos a 200º. Desmoldamos y a comer. Buen provecho!!
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