Mientras tanto, ponemos en una sartén la carne picada, con un poquito de aceite, y la vamos haciendo a fuego lento. Removemos para que se haga bien.
Si queremos, podemos poner a la carne un poquito de cebolla picada. También podemos ponerle un poco de tomate frito o cualquier otra salsa (barbacoa...) a la carne, para que esté más jugosa.
Cuando se haya enfriado el calabacín, o al menos se haya templado, lo cortamos en rodajas un poco gruesas, y vaciamos la mitad de su interior (usamos un cuchillo o una cuchara), para dejar hueco para la carne picada y el queso.
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